Publicación: Diario Sustentable. UNA CONVERSACIÓN SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO CON SU SOBRINA DE DOCE AÑOS MOTIVÓ A PATRICK SPENCER GROVE A CREAR LA APLICACIÓN “2030 CHALLENGE”, DE DESCARGA GRATUITA PARA IOS Y ANDROID, QUE AYUDA A COMPRENDER LOS ACTUALES CONFLICTOS MEDIO AMBIENTALES, DERIVADOS DEL CALENTAMIENTO GLOBAL.
“Hablando con ella sobre el derretimiento de hielo en los polos, el calentamiento de la tierra y el aumento de las temperaturas, me di cuenta que no hay fuentes que integren esta información de manera sencilla”, asegura Patrick al Diario Sustentable. El arquitecto especializado en sustentabilidad y eficiencia energética, con años de docencia y motivado por la resolución de problemáticas medio ambientales, ideó una aplicación interactiva basado en los conocimientos que adquirió en Canadá, Australia y Chile. Se propuso evitar el lenguaje técnico, las cifras inentendibles y los términos complejos, para acercar el fenómeno del cambio climático a escolares y adultos, pero también para aportar con soluciones cotidianas al respecto. “Lo principal era que los niños la entendieran, porque ellos son parte de la generación que debe cambiar la forma de lidiar con este problema, por lo que es crucial que la app sea amigable con este segmento”, recalca Patrick. La innovadora herramienta móvil fue lanzada recién en enero y ya cuenta con 1.600 descargas y una excelente valoración, gracias a que vincula de manera sencilla a la ciudadanía con los conflictos y el cuidado medio ambiental.Además, ofrece diversos consejos para moverse, comprar, comer y consumir en la ciudad, de una forma mucho más sustentable y llamativa. El consultor medio ambiental señala que no fue fácil “aterrizar” la información al usuario, debido a lo difícil que es desprenderse de los conceptos académicos y los datos complicados, con el propósito de interesar y captar la atención de los más jóvenes. “Nos quedan solo once años para actuar antes de que las principales consecuencias del cambio climático se agraven y el medio ambiente se deteriore aún más”, alerta el también profesor de la Universidad Andrés Bello, en relación al nombre que eligió. La app se abastece de informes de la NASA, entre tantos otros, y sigue las enseñanzas del ex vicepresidente de Estados Unidos y reconocido activista, Al Gore, de quien Patrick aprendió en una charla en Toronto en 2013. Educar “desde la familiaridad de lo conocido” es la prioridad, dice, por lo que utiliza los kilómetros recorridos en un auto para explicar la huella de carbono de la carne de vacuno, por ejemplo. Se basa además en bidones o piscinas con agua para hablar de la huella hídrica de una persona o los litros que se gastan en una ducha o en un simple lavado de manos. “Si tengo una hora y media a alguien sentado y le explico con gráficos y curvas de temperatura, podrá estar muy interesado pero al terminar se le va a olvidar todo”, sostiene, en relación al “error de comunicación” que se produce al tratar el tema. Lo opuesto es 2030 Challenge, que busca “informar de manera simple y pragmática, para luego motivar al usuario a tomar acciones”, añade Patrick y confirma que la app se actualizará de manera constante, de acuerdo al acontecer mundial y los nuevos datos que surjan en torno al cambio climático. La iniciativa ya ha sido promocionada en medios y redes sociales, y en una próxima etapa espera ser introducida a colegios y organismos dedicados a la educación, para que los alumnos tengan todo el material “al alcance de un dedo”. El experto confiesa que ha tenido que leer más de una vez un escrito relacionado al tema, “porque es lenguaje es muy complicado”, razón que lo ha motivado a ser un puente entre el mundo científico y los jóvenes. Patrick busca ahora contactos y recursos para apoyar el desarrollo de la aplicación con expertos en programación, con el objetivo de cuantificar cada acción para que “a fines de año podamos decir cuánto hemos contribuido al planeta”. Se enteró hace poco que su aplicación ha enriquecido el debate en cenas familiares, reuniones de amigos y clases universitarias, lo que considera más útil que haber creado una página web o un perfil en redes sociales, ya que es “práctica y cómoda”. “Se puede actualizar, compartir, eliminar y volver a descargar”, concluye el académico, asiduo a las historias de Instagram para motivar a sus alumnos del ramo “Arquitectura Sustentable” de la Andrés Bello Publicación: El Mercurio. Pequeño, exclusivo, lujoso. Estos son algunos términos con los que asociamos el concepto “boutique”. Derivado de la palabra francesa que significa “tienda pequeña”, al parecer este concepto llegó para quedarse en el mercado mundial y Chile no es la excepción. En Santiago, se pueden encontrar distintos tipos de comercio y proyectos boutique. Entonces, ¿qué tipo de experiencia ofrece una iniciativa boutique y en qué se diferencia de una común? Mientras en el pasado se asociaba el lujo con el derroche de recursos, hoy los consumidores de experiencias boutique ven un valor agregado en un proyecto que incorpora conceptos como el bienestar y la sustentabilidad. Esto se puede materializar en proyectos del segmento comercial, residencial e incluso hotelero. Cuando se habla de un proyecto sustentable se puede asociar a distintas estrategias de sustentabilidad o responsabilidad medioambiental. Algunos ejemplos, son la incorporación de aislación térmica continua, cristales de alto performance energético, fachadas ventiladas, protecciones solares y sistemas activos de alta eficiencia en materia de climatización, iluminación y agua caliente sanitaria. Incluso, hoy en día estamos viendo la incorporación de domótica mediante la automatización de la arquitectura gracias a la tecnología. Proyectos sustentables que contemplan una o varias de estas estrategias van al alza. En primer lugar, por temas de responsabilidad medioambiental, y porque este modelo de negocio ha demostrado ser rentable en el tiempo, además de permitir a inmobiliarias y mandantes elevar la plusvalía de sus proyectos. Por lo tanto, suele aparecer la pregunta de cómo se costea esta sobreinversión, ¿realmente se pagan a sí mismos los proyectos sustentables? Lo cierto es que medidas de sustentabilidad y eficiencia energética que son implementadas de manera óptima han probado rendir frutos. Esto es básicamente, entregando buenos retornos de inversión y ahorros monetarios a largo plazo. Sin embargo, existen beneficios indirectos aún más significativos, que en muchas ocasiones son ignorados. Por ejemplo, estudios han demostrado que los alumnos que se encuentran expuestos a iluminación natural mejoran sus calificaciones en un 26% y que pacientes en hospitales con habitaciones que tienen vistas al exterior, piden 30% menos medicamentos para el dolor y tienen estadías más cortas. Asimismo, empleados que trabajan en lugares conectados con la naturaleza, muestran mayores índices de productividad y felicidad. En este ámbito es que aparecen las “certificaciones verdes” como LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) y WELL, del International Well Building Institute, entre otras. Estas certificaciones funcionan como sistemas de calificación que permiten evaluar y recompensar la incorporación de distintas estrategias de sustentabilidad en un proyecto. Son muchos los beneficios que puede traer plantearse el desarrollo de un modelo de negocios desde un punto de vista sustentable. En este sentido, es esencial entender que los beneficios no son únicamente medioambientales, sino que de “triple impacto”, ya que cualquier iniciativa sustentable exitosa logrará hacerse cargo del bienestar social, económico y medioambiental, obteniendo frutos en estos aspectos a largo plazo. ¿Qué le depara a Chile en cuanto a proyectos boutique? Probablemente seguiremos viendo la incorporación de conceptos de sustentabilidad en el mercado debido a la creciente demanda por parte de los consumidores, tanto de productos como de experiencias. Dicha demanda deberá ser compensada con una oferta por parte del mercado, la cual ya se encuentra creciendo rápidamente. Por otra parte, casos de éxito de proyectos boutique sustentables fomentan una sana competencia dentro de la industria, elevando el nivel y las expectativas del consumidor, transformándose en un ejemplo a seguir para futuras iniciativas. Sólo queda por ver quién será el próximo en dar el siguiente paso y con qué nos sorprenderá. Entrevista: Profesor de arquitectura crea aplicación para educar sobre temas medioambientales3/12/2019
Publicación: Universidad Andrés Bello. Patrick Spencer, arquitecto, alumni de la Universidad Andrés Bello y hoy profesor de Campus Creativo, lleva mucho tiempo interesado en temas de medio ambiente y sustentabilidad.
Debido a esta experiencia, varias personas le han planteado a lo largo de los años que los problemas medioambientales como el cambio climático, la deforestación o los residuos plásticos en el océano son complejos de entender, ya que generalmente se tratan desde una mirada científica y académica, utilizando una gran cantidad de cifras. Por esta razón, Patrick creó “2030 Challenge”, aplicación gratuita para dispositivos móviles y tablets que ya alcanzó las 3.000 descargas, dirigida a todo tipo de público que quiera aprender sobre estos temas de una manera simple y pragmática. “Hay una necesidad, intención y ganas de la gente por entender esto, pero no siempre se puede porque no se aterriza a la vida cotidiana. De ahí nace la idea de esta app que es una especie de enciclopedia de bolsillo”, cuenta el académico UNAB. En la aplicación se pueden escoger categorías de impacto ambiental, encontrar una explicación del problema, una solución a nivel macro y también la sección de “Qué puedo hacer yo”, donde se indican acciones simples para ayudar a combatir colaborativamente el problema consultado. El arquitecto explica que, por ejemplo, en la sección de deforestación se puede plantar un árbol en el sur de Chile, acción que después es concretada por la Fundación Reforestemos. Asimismo, en el ítem de emisiones de CO2 hay una calculadora externa donde se pueden ingresar los hábitos de consumo de comida o de viajes para saber cuáles son nuestras emisiones y así reducir la huella de carbono. Respecto a los pasos a seguir con “2030 Challenge”, Patrick cuenta que quiere lograr medir las acciones que se realicen gracias a la aplicación. “La idea es que podamos decir que en el año 2019 se redujo tanta cantidad de emisiones de carbono, por ejemplo, con los actos registrados en ‘2030 Challenge’, para eso voy a necesitar más capacidad de inversión y ayuda de un profesional de programación, pero es el siguiente paso”. Uno de los temas medioambientales que se ha tomado la agenda pública ha sido la cantidad de plástico que hay en nuestros océanos. Por ello, se han iniciado campañas potentes en contra del uso de las bolsas y bombillas plásticas. Consultado por esto, el profesor de Campus Creativo dice que “hay que ser optimista y pensar que Chile va en el camino correcto, pero cuando me hablan de las bombillas como el gran enemigo tiendo a escarbar un poco más allá y creo que no es una medida suficiente”. Así, señala un estudio del año pasado de Bloomberg Business que determinó que, de todo el plástico en el océano, un 0,03% son bombillas y un 46% mallas de pesca industrial masiva. “Cuando se hacen campañas contra las bombillas me parece sumamente sano, pero hay que tener cuidado de no responsabilizarlas de un problema que es mucho mayor. Hay que reducir su uso, por supuesto que sí, pero no podemos quedarnos conformes con eso”, añade. Es por esto que Patrick Spencer recalca el rol que tienen los docentes y las distintas entidades de concientizar de manera efectiva a la población, sin alarmar ni exagerar, pero sí haciendo énfasis en los puntos que son relevantes. Y, asimismo, afirma, la población tiene el deber de informarse, cuestionar e ir un paso más allá. Ahí radica la importancia de iniciativas como “2030 Challenge” que promueven la información y la acción ante situaciones tan importantes para nuestra sociedad. “Yo invito a las personas a ser escépticas de estos temas, de lo bueno y lo malo, pero eso debe venir de la mano con investigar y conocer. Creo que tener estas conversaciones con la familia y los amigos hacen que ya no sean temas tan tabúes y que nos podamos contagiar todos con esta inquietud y así actuar al respecto”, manifiesta el profesor UNAB. Publicación: Inmunes Sustentabilidad Colaborativa. “2030 Challenge” es una nueva plataforma educacional abierta, que permite entender algunos de los principales problemas medioambientales de nuestros tiempos. Esta nueva aplicación enseña principalmente sobre el cambio climático, la contaminación, energías renovables, etc.
¿Qué fue lo que te motivó de crear una organización medioambiental? Lo que más me motivó a crear "2030 Challenge" fue identificar una necesidad latente por informar a la ciudadanía sobre distintas problemáticas medioambientales. Cuando uno busca información en materia de cambio climático, plástico en el océano o deforestación, por ejemplo, hay que ir recogiendo pequeños datos y trozos de información para poder armar un panorama global. En ese sentido, informar de manera simple y articulada es crucial, pero no podemos quedarnos ahí: después de informar, hay que motivar. Muchas personas sienten impotencia y frustración al no saber que hacer con problemas tan complejos. "Si el problema es tan grande y grave, entonces mis acciones importan poco". Aquí es donde entra en juego el segundo componente de la app, que llama a tomar acción por un problema de forma práctica y sencilla. En este sentido, "2030 Challenge" busca gatillar una inquietud en las personas e impulsarlas a que sigan hacia adelante en su motivación de contribuir a la restauración del medioambiente. ¿Quiénes son los creadores del proyecto y cúando lo crearon? Mi nombre es Patrick Spencer Grove y yo mismo cree la aplicación y la comencé a desarrollar a mediados del año pasado. Fue publicada por primera vez en App Store y Play Store en Enero de 2019. ¿En qué consiste "2030 Challenge? "2030 Challenge" es una app educacional que permite a personas de todo tipo, entender algunos de los principales problemas medioambientales y cómo tomar acción para ayudar a resolverlos. El lema de la app es "Restaurando nuestro planeta, una acción a la vez". Funciona mediante categorías de impacto ambiental y cada categoría tiene tres secciones. Primero, una breve descripción del problema. Segundo, sus posibles soluciones a nivel macro y global. Tercero, lo que cada uno puede hacer para contribuir desde su vida cotidiana. Para cada problema, la app ofrece consejos y guías para llevar una vida más amigable con el medioambiente, además de motivar al usuario a "tomar acción" mediante uno de los recursos externos. Las personas pueden calcular su emisión de CO2, su huella plástica, inscribirse en una fundación medioambientalista o incluso plantar un árbol desde su smartphone. ¿Por qué encuentras importante crear conciencia en la personas sobre sus impactos medioambientales en el consumo y manera de producir? Un problema global, necesita ser atacado y resuelto de manera global. Por una parte, es importante que la economía, la industria y los gobiernos puedan actuar en materia de regulación y legislación. Por otro lado, la ciudadanía también debe ser protagonista, puesto que gran parte de los cambios que necesitamos son de carácter cultural y tienen que ver con nuestro estilo de vida. El uso de combustibles fósiles, consumo de recursos naturales (sin permitir ciclos de renovación natural) y la contaminación de nuestro medioambiente en general, nace de forma importante a partir de nuestro estilo de vida. Si se logra concientizar de manera efectiva a la ciudadanía, además de ofrecerle las herramientas adecuadas para lograr estos cambios, al menos estaremos apuntando en el rumbo correcto, creo yo. ¿Qué opinas de la sustentabilidad en la manera de consumir y la manera de producir? ¿En qué puede ayudar tú proyecto en generar conciencia sustentable? La producción y consumo es clave para entender este tipo de problemas. Esto se debe a que muchas veces lo que más cuesta entender, es el impacto que tiene nuestro estilo de vida, en temas como comida y ropa. Un buen ejemplo de esto, es el que podemos ver en materia de agua. Probablemente la primera recomendación que se le viene a la mente a una persona cuando le hablan de ahorro de agua, es cerrar la llave mientras uno se lava los dientes. Haciendo un cálculo estimado, uno podría ahorrar aproximadamente 2.800 litros de agua en un año. Eso es mucha agua, sin duda. Sin embargo, para fabricar un sólo par de pantalones tipo "blue jean" se pueden llegar a usar cerca de 6.800 litros de agua. Cuando uno le dice eso a alguien y luego la persona se pone a pensar sobre cuántos blue jeans se ha comprado en el año, la interpretación del problema cambia. En este sentido, uno de los temas en los cuales "2030 Challenge" hace énfasis, es en lo que llamo la "huella oculta". Esto no habla sobre lo que consumimos de forma directa, sino más bien sobre la huella indirecta que tienen nuestros teléfonos, televisores, ropa y desde luego, nuestra comida. |
AutorPatrick Spencer Grove Archivos
November 2022
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