Publicación: El Mercurio. Pequeño, exclusivo, lujoso. Estos son algunos términos con los que asociamos el concepto “boutique”. Derivado de la palabra francesa que significa “tienda pequeña”, al parecer este concepto llegó para quedarse en el mercado mundial y Chile no es la excepción. En Santiago, se pueden encontrar distintos tipos de comercio y proyectos boutique. Entonces, ¿qué tipo de experiencia ofrece una iniciativa boutique y en qué se diferencia de una común? Mientras en el pasado se asociaba el lujo con el derroche de recursos, hoy los consumidores de experiencias boutique ven un valor agregado en un proyecto que incorpora conceptos como el bienestar y la sustentabilidad. Esto se puede materializar en proyectos del segmento comercial, residencial e incluso hotelero. Cuando se habla de un proyecto sustentable se puede asociar a distintas estrategias de sustentabilidad o responsabilidad medioambiental. Algunos ejemplos, son la incorporación de aislación térmica continua, cristales de alto performance energético, fachadas ventiladas, protecciones solares y sistemas activos de alta eficiencia en materia de climatización, iluminación y agua caliente sanitaria. Incluso, hoy en día estamos viendo la incorporación de domótica mediante la automatización de la arquitectura gracias a la tecnología. Proyectos sustentables que contemplan una o varias de estas estrategias van al alza. En primer lugar, por temas de responsabilidad medioambiental, y porque este modelo de negocio ha demostrado ser rentable en el tiempo, además de permitir a inmobiliarias y mandantes elevar la plusvalía de sus proyectos. Por lo tanto, suele aparecer la pregunta de cómo se costea esta sobreinversión, ¿realmente se pagan a sí mismos los proyectos sustentables? Lo cierto es que medidas de sustentabilidad y eficiencia energética que son implementadas de manera óptima han probado rendir frutos. Esto es básicamente, entregando buenos retornos de inversión y ahorros monetarios a largo plazo. Sin embargo, existen beneficios indirectos aún más significativos, que en muchas ocasiones son ignorados. Por ejemplo, estudios han demostrado que los alumnos que se encuentran expuestos a iluminación natural mejoran sus calificaciones en un 26% y que pacientes en hospitales con habitaciones que tienen vistas al exterior, piden 30% menos medicamentos para el dolor y tienen estadías más cortas. Asimismo, empleados que trabajan en lugares conectados con la naturaleza, muestran mayores índices de productividad y felicidad. En este ámbito es que aparecen las “certificaciones verdes” como LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) y WELL, del International Well Building Institute, entre otras. Estas certificaciones funcionan como sistemas de calificación que permiten evaluar y recompensar la incorporación de distintas estrategias de sustentabilidad en un proyecto. Son muchos los beneficios que puede traer plantearse el desarrollo de un modelo de negocios desde un punto de vista sustentable. En este sentido, es esencial entender que los beneficios no son únicamente medioambientales, sino que de “triple impacto”, ya que cualquier iniciativa sustentable exitosa logrará hacerse cargo del bienestar social, económico y medioambiental, obteniendo frutos en estos aspectos a largo plazo. ¿Qué le depara a Chile en cuanto a proyectos boutique? Probablemente seguiremos viendo la incorporación de conceptos de sustentabilidad en el mercado debido a la creciente demanda por parte de los consumidores, tanto de productos como de experiencias. Dicha demanda deberá ser compensada con una oferta por parte del mercado, la cual ya se encuentra creciendo rápidamente. Por otra parte, casos de éxito de proyectos boutique sustentables fomentan una sana competencia dentro de la industria, elevando el nivel y las expectativas del consumidor, transformándose en un ejemplo a seguir para futuras iniciativas. Sólo queda por ver quién será el próximo en dar el siguiente paso y con qué nos sorprenderá. Comments are closed.
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AutorPatrick Spencer Grove Archivos
November 2022
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